El miedo es una emoción primaria; es decir que forma parte de nuestra naturaleza humana…
Como tú, tod@s sentimos temor frente a situaciones o personas que significan un riesgo o daño probable. Por ejemplo, tememos cruzar un río muy caudaloso porque sabemos que es probable que la corriente nos arrastre.
Como ves, el temor te ayuda a activar los mecanismos de defensa y supervivencia. Nos previene y nos invita a la prudencia.
Sin embargo, el temor excesivo puede engañarnos y hacer que veamos los retos más difíciles y más grandes de lo que son en realidad.
Por eso, también es cierto que siempre vamos a afrontar vivencias en las que tendremos que arriesgarnos, sin permitir que el miedo nos arrincone.
Queremos hablarte de un joven que pasó a la historia por su valentía frente a un problema ¡LITERALMENTE GIGANTE!… Su nombre era David. Para comenzar a conocerlo, mira la siguiente canción:
Créditos: Aventuras con JESÚS Kids
David, el joven pastor de ovejas que ves en el video y de quien habla la canción, no es una leyenda, ¡él existió! Fue el rey de Israel mil años antes de que naciera Jesús de Nazaret, el hijo de Dios y Salvador nuestro.
Y Goliat, el gigante a quien David derribó, ¡también!… Era un un temible guerrero de los filisteos, a quien los hombres más aguerridos le tenían mucho miedo.
De modo que esta historia ilustrada que te compartimos es completamente real. La puedes leer con más detalle en el capítulo 17 del libro I de Samuel, en la Biblia.
Mural que ilustra la histórica derrota de David contra Goliat en la fachada de un edificio en Ratisbona, estado de Baviera, Alemania. Autor: Melchior Bocksberger (1573).
Este hombre -David-, cuyo nombre significa «el amado de Dios» en hebreo, pasó a la historia por esta y otras hazañas, pero además, porque tenía una relación muy especial con Dios.
Todas las personas podemos enfrentar situaciones que parecen imposibles de vencer, pero, acudiendo a Dios, podemos encontrar el camino y las herramientas para lograrlo. ¡Ah! ¡Y no subestimes ninguna posibilidad! Aquello que no pudieron hacer los guerreros del ejército israelí contra Goliat, con sus armas y músculos, lo hizo un joven pastorcito de ovejas con una roca y el acompañamiento de nuestro Creador y Padre celestial.
La fuerza que inspiró a David para derribar a Goliat nació justamente de ese amor que sentía por Dios, con quien se comunicaba cada día mediante la oración y las alabanzas.